Dicen que la familia nunca te abandona cuando el infortunio toca tu puerta. Y tras los hechos que protagonizó en Panamá, donde fue visto en un casino la madrugada del miércoles, y la caída ante Alianza Atlético, Reimond Manco recibió ayer en Chiclayo la visita de algunos de sus familiares. El delantero del "Ciclón" aprovechó el día libre para recibir a sus allegados en el departamento que tiene en el balneario de Pimentel y por la tarde salió a almorzar con ellos. Trascendió que pese a todas las pruebas que la FPF tiene en su poder para darle una sanción ejemplar, el jugador confía en que todo se arreglará y que el castigo no será drástico, gracias a la "confesión sincera" a la que se "acogió" ante el técnico Sergio Markarián, cuando se confirmaron los pormenores del escándalo ocurrido en Panamá. No lo juzgan De otro lado, la dirigencia del Aurich, presidida por Edwin Oviedo, ha preferido no juzgar al "Rei" hasta que la FPF terminé las investigaciones y decida qué tipo de castigo recibiría Manco, de quien dicen podría ser suspendido 18 meses para tomar parte en los partidos de la blanquirroja. Trascendió que la directiva del "Ciclón" está muy molesta con la conducta de Manco, debido a que el escándalo en que se ha visto implicado impedirá que vuelva a estar en la selección durante un buen tiempo. Este problema evitará que el jugador eleve la cotización de su pase y Aurich perderá una cantidad de dinero cuando quiera venderlo a un club del extranjero.