El gesto de Cristiano Ronaldo fue clarito. Levantó los brazos, miró al cielo y lanzó un insulto. Alexis Sánchez empataba el partido para el Barcelona en el Bernabeu. Para el portugués, esa imagen quedará como el recuerdo de un nuevo derby, en el que no aportó demasiado y perdió dos chances claras. Con el partido recién iniciado, después del gol de Benzemá, apareció solito delante del arco tras un toque de Di María y la tiró por arriba del travesaño de Valdés. Raro verlo fallar así. Más tarde, cuando el Barza lo había dado vuelta, Cristiano tuvo un cabezazo claro y no le dio el empate al Real. Todos en el Bernabeu se lamentaron por esa jugada que hubiera cambiado el desarrollo del derby cuando todavía quedaba casi media hora de juego. Al final, pura impotencia, llegó un tiro libre y le pegó derecho a la barrera. No fue la noche de Cristiano. Justo frente al Barza. Otra vez.