En toda relación, sea cual sea su especie o condición, es crucial la confianza. En uno mismo y en el otro. Eso es lo que te permite avanzar, potenciar, aprovechar y crecer. Sobre todo eso, crecer. Para el vínculo que se forma entre técnico y futbolista, esta premisa no es la excepción. Uno debe estar seguro del otro y el otro de uno, y a la vez ambos deben tener fe en sus propias cualidades. Suena a trabalenguas, pero es sencillo, o al menos así lo hacen ver Pablo Bengoechea y Ángel Comizzo.
Si algo de mérito tienen ambos entrenadores, es la seguridad que le devolvieron a Universitario de Deportes y Alianza Lima, y a los futbolistas que conforman dichos equipos (titulares o no). Asumieron un cuadro a mitad de la Liga, reemplazando a otros técnicos por resultados negativos, pero sortearon todos los obstáculos y hoy están en primer y segundo lugar, soñando con el título, con rachas de triunfos o cotejos sin perder esperanzadoras.
Y la historia de ‘Bengo’ y el ‘Indio’ se continuó escribiendo igual: perdieron a su goleador sin previo aviso, y les tocó encontrar uno nuevo. En Alianza, el técnico confía y cree en Adrián Balboa, a quien la suerte parece no estar de su lado a veces. Mientras que en la ‘U’, al DT le tocó devolver esa convicción a Anthony Osorio, olvidado gran parte del año.
Pero si hablamos de devolver la confianza a jugadores, lo que hanhecho con Alejandro Hohberg y Kevin Quevedo es impresionante. Ambos tuvieron un buen arranque de año, sin embargo, el crecimiento mostrado este Clausura los coloca, semana a semana, entre los mejores de la fecha. Y, con seguridad, serán los jugadores que más visión tendrán en el clásico, por lo que generan dentro y fuera del campo de juego.
Y va más allá, el respaldo de los hinchas, motivados por el título que logró cada uno dirigiendo su respectivo club, también les da tranquilidad para trabajar. Eso, en un equipo grande y de tradición, es muy importante para sus aspiraciones.
Sean del gusto o no, por estilo y trato, Bengoechea y Comizzo supieron recuperar a muchos jugadores para potenciar sus equipos. Ellos confían en su plantel, lo demuestran, y sus pupilos confían en ellos. Si algo se medirá este domingo, será esa seguridad que trajo consigo cada entrenador, y que impartió a sus dirigidos. Y si algo queda demostrado, es que sin confianza no somos nada...