Lo que sucede en Universitario de Deportes es alarmante. El equipo crema es una lágrima y el fútbol que muestra es realmente impresentable. Un club grande como la “U” no puede seguir pasando papelones fecha tras fecha.
Escribe: Ernesto Cavagneri
La crisis institucional se plasma en la parte deportiva y, por eso, vemos al once del colombiano Luis Fernando Suárez con un fútbol intrascendente. Si les cambiamos la casaquilla a sus jugadores, cualquiera diría que estamos viendo a un equipo de segunda división, con el respeto que merecen los equipos del torneo de ascenso.
Suárez ha dirigido dos Mundiales, pero el fútbol es de realidades, de momentos y este debe ser el peor momento del entrenador cafetero, que por decencia, debería dar un paso al costado. En los momentos difíciles también hay que saber preservar la dignidad.
Los refuerzos que llegaron a Universitario, todos, fueron un desastre y de eso hay responsables directos. El actual administrador del club, Raúl Leguía, pasará a la historia como uno de los peores en ejercer funciones, porque el equipo merengue está penúltimo en la tabla y habría que decirle a este señor y a sus ayayeros que la “U”, así como juega, va camino al descenso. Una pena porque sus hinchas no merecen esto.