El grito de Álvaro Barco cuando anotó el empate la San Martín, enfureció a los hinchas locales que agredieron el palco de los directivos santos y sus invitados. El gerente acusó de esta violencia al asistente de León de Huánuco, Leo Rojas. La Polícia no pudo detener la violencia porque los aficionados estaban fuera de sí. Les cayeron botellas, palos, piedras y ladrillos, hasta que luego de unos minutos lograron controlarlos pero no fue fácil. Allí estaban el presidente del club, Raul Bao; el gerente, Álvaro Barco; el empresario del "Maño" Ruíz, el uruguayo Jorge Ciarlone; y el padre de Pablo Vitti, Rubén; quienes recibieron los proyectiles que fueron lanzados. Barco culpó de esta violencia al asistente de Franco Navarro, Leo Rojas. "Nosotros vinimos a pegar?, el que vino a pegar fue Leo Rojas, es lamentable y vergonzoso que un asistente de un entrenador se meta a la cancha a pegarle a un jugador, esto es inconcebible. Lo más lamentable es el puñetazo que le clavó a Arriola, es un cobarde tremendo". »Pudo ser peor Luego habló de la agresión que sufrieron en la tribuna. "Es increíble como se pusieron los hinchas. Si no fuera por la policia quizás nos hubiera ido peor. Lo importante es que conseguimos un empate y en Lima vamos a ganar", dijo el gerente santo. El árbitro Manuel Garay tampoco se salvó de los ataques, porque los hinchas lo responsabilizan de haber favorecido a San Martín con algunos minutos demás y que propiciaron el empate de Alemanno.///