No hay duda: cada técnico tiene su propio libreto y manera de sentir el fútbol. Y aunque Melgar mantenga una línea de trabajo y una coherencia en el proyecto, el equipo de Enrique Meza es diferente al de Juan Reynoso. Le costó sumar ante Binacional hace 5 días y anoche frente a Cantolao volvió a tener una experiencia similar.
El empate podría ser un accidente del deporte, pero si reparamos en las pocas situaciones de gol que generó, es evidente que ha cambiado, para bien y para mal. Este Melgar ha perdido la paciencia en elaboración. Juega a mil, perdiendo precisión y efectividad.
Sorprende el delfín
Cantolao planificó un partido donde la prioridad era no perder, para mantenerse primero en el Grupo B. No solo lo logró, sino que hasta lo pudo ganar en alguna jugada de contraataque.El equipo de Carlos Silvestri solo necesitó replegarse bien, blindar los extremos y mantener orden en la mitad de cancha. Mérito de este Cantolao que sabe lo que quiere, pero -además- lo demuestra.