ESCRIBE DESDE AREQUIPA GESSEL ROBLES Qué debe sentir un jugador profesional cuando corre en la altura de Arequipa a 23 grados de temperatura y sabe que en la banca no hay agua para hidratarse? Frustración e impotencia deben haber sido los principales rivales de Cienciano, que ayer no pudo con Melgar en Arequipa y cayó por 2-1. Y es que mientras los rojinegros habían pasado una mañana tranquila en su hotel, los cusqueños llegaron a Arequipa tres horas antes del partido, con el malestar de los problemas económicos. Melgar sabía a quién tenía al frente y aprovechó que los imperiales tenían la mente puesta en las deudas que le tiene la dirigencia, para sorprenderlos apenas a los tres minutos. Aubert se escapó por la izquierda y lanzó un centro al área que fue bien capitalizado por el paraguayo Carlos Pérez, quien sólo tuvo que tocar el balón para vencer a un desorientado Noriega. Cienciano entonces apeló al toque de Julio García y a la experiencia de Martín Hidalgo para ordenar sus líneas y buscar la igualdad; sin embargo, a los '30, en un rápido contragolpe, Pérez es derribado en el área roja y el juez sancionó penal. El atacante guaraní efectuó un disparo esquinado y aumentó la cuenta. Se pensó en la debable cusqueña, pero luego de dos minutos los hombres del "Checho" Ibarra ya estaban otra vez cerca al área dominó. Y fue en ese instante que Calcina tumbó a Tomasevich a unos metros del arco de Rodríguez y el réferi ordenó la pena máxima. Julio García se puso delante del balón y con más orgullo que fuerza, pateó para acortar la diferencia. »Muere de pie En la parte final, el "Checho" Ibarra se sacó el buzo de entrenador, se mojó la melena y entró por Ojeda, y aunque le puso ímpetu y entrega, y se cansó de luchar cada balón que llegaba a sus pies, no le alcanzó para lograr el empate. En los momentos finales, Cienciano puso más de lo que se podía esperar y creo que hasta la misma hinchada de Melgar podía compadecerse ante un equipo que pese a sus sufrimientos, luchaba como un grande.///