Carlos Galván fue una muralla contra la que se estrellaron los delanteros aliancistas. El defensa crema dice que ganaron el clásico con huevos y ahora los íntimos pueden seguir llorando. Matute me gusta bastante porque la gente quiere ejercer presión sobre nosotros, pero a los jugadores que tienen coraje como nosotros, más bien nos motiva. Alianza puso el fútbol y la U los huevos. Ellos podrán llorar lo que quieran, pero nosotros ya llevamos dos triunfos consecutivos en su cancha y con justa razón. Y eso que estábamos físicamente en un 40 por ciento, pero tuvimos mayor fortaleza mental, destacó el Negro. No obstante, Galván dijo que la mayor virtud de los merengues fue la unión de grupo que hay desde el técnico. Reynoso, en el receso del primer tiempo, nos metió un café cargado y nos dijo que el encuentro se definía con un balón parado y así fue. Estamos muy unidos y el técnico tiene mucho que ver para vivir este gran momento, culminó.