Escribe Rafael Saaz
Tras un gol olímpico y otro de más de mediacancha a Juan Aurich, a Carlos Lobatón le llovieron una serie de elogios y comparaciones. "Para mí es un honor que me comparen con Cubillas, agradezco que lo hagan, aunque debo admitir que no me mueve mucho eso de los halagos y las comparaciones", señaló el volante.
El secreto de la pegada
Loba admitió que de chico era hincha del Flamengo brasileño y admiraba la pegada de Junior y Zico, pero el que le enseñó a patear con precisión fue su papá Abel.
"Cuando vivíamos en Colombia, todos los días me hacía entrenar para pegarle con precisión a la pelota", confesó el volante de Sporting Cristal.
"Creo que hice los goles que todo futbolista sueña hacer, son para ponerlos en un cuadro y guardarlos para el recuerdo, aunque espero seguir haciendo más goles así", expresó el capitán de los celestes, quien además de la victoria y sus goles, se motiva con la llegada de su tercer hijo.
"La celebración de los goles fueron para mi hijo que nacerá la próxima semana, aunque la tendré que cambiar porque tengo dos hijas más, me van a faltar brazos", indicó.
A seguir ganando
A pesar de todo, Loba pone el freno y sabe que esos goles no servirán de nada si no ganan mañana a San Simón.
"El campeonato no se acabó en Chiclayo, tenemos que seguir adelante, si no ganamos el domingo los goles solo quedarán en la anécdota", concluyó.