Una metida de pata pudo causar una tragedia de aquellas y hubiese enlutado el fútbol peruano. Porque sucede que varios integrantes de la Trinchera Norte que llegaron a esta ciudad se salvaron de morir asfixiados en el estadio Huancayo. El asunto es que la Caja Municipal de Huancayo, sponsor del Sport Huancayo, se había comprometido con entregar y/o vender 7 mil entradas de la tribuna Oriente para los hinchas de la U, sobre todo de la Trinchera, pero unas horas antes se retractó sin motivo aparente, devolviendo los boletos a la dirigencia del equipo local. Al verse sin posibilidad de ingresar a alentar a su equipo, en las afueras del estadio, los hinchas cremas aprovecharon el tiempo para hacer de las suyas (léase saqueos a los comerciantes), y de ello se percató la policía. Los barristas forcejearon, además, una puerta de la tribuna Oriente que no estaba habilitada, y los uniformados quisieron evitar que ingresen como sea al estadio, viéndose obligados a emplear gases lacrimógenos para dispersarlos. Como se dice, el remedio fue peor que la enfermedad. Los barristas volvieron a la carga por Oriente y la policía no esperó más. Hubo una batalla campal en las afueras del estadio durante 20 minutos, de lo cual resultaron muchos contusos, casas dañadas, y miedo y terror en la gente de la Incontrastable. Huancayo GERARDO CARPIO Enviado especial