Show de goles en Matute. Alianza Lima no dudó en hundir más a Juan Aurich y le propinó una paliza en casa, con su gente gritando ‘ole’ desde las tribunas. Pese al abultado resultado, 7-2, no se puede decir que el equipo de Pablo Bengoechea se encuentra al 100%. Lo cierto es que ante los chiclayanos, los íntimos mostraron un esquema de juego más pícaro y resaltante. Manejó los espacios a su ritmo, metió a su rival en su campo y apretó el acelerador cuando quiso. Los potrillos apelaron a la rapidez de sus juvenies para desequilibrar por las bandas y a la experiencia de los grones sabios y logró su primera goleada del año.
1. Estado físico: La rotación de Pablo Bengoechea al parecer está dando resultados. En la previa, indicó que los cambios que realiza en su plantel se debe a darle un descanso a sus jugadores por la seguidilla de partidos. Ante Juan Aurich, los blanquiazules corrieron los 90’. El once que mandó el profe al campo combinó experiencia y juventud, fue en lo último que el equipo ganó, pues la frescura y soltura con la que jugaron los ‘potrillos’ volvió loco a la defensa chiclayana. A diferencia de los encuentros anteriores, lo que ‘metió’ Alianza Lima refleja un trabajo táctico y físico. Las piernas le respondieron a Aguiar, Quevedo y Pacheco.
2. Actitud: Más que fútbol, la goleada de Alianza Lima, fue por actitud. Los blanquiazules tenían un objetivo en mente y lo consiguieron. Las individialidades de Kevin Quevedo y Luis Aguiar fueron determinantes para el abultado resultado que se dio en Matute. Tras el empate transitorio de Jean Pier Archimbou, los íntimos no se desorderon, mantuvieron su esquema inicial y las sociedades funcionaron bien. Alianza se plantó bien en su campo y desde la última línea se mostraron ordenados y confiados en que daría un nuevo golpe a los chiclayanos. Los íntimos la tenían clara, si querían los 3 puntos, el balón debía entrar al área a como de lugar.
3. Juego colectivo: Si los últimos partidos Alianza Lima no mostró juego colectivo, ante Juan Aurich aprobó el examen. Los blanquiazules atacaron y defendieron ordenadamente y se asociaron bien desde la media cancha. La línea defensiva aplicó la marca zonal y se apoyaron en las pocas incursiones que tuvo el ‘Ciclón’ cerca al área de Butrón. La mitad de la cancha estuvi bien controlada por la línea de 4 volantes, que alternó posiciones y distribuyó buenos balones para que los delanteros inflen las redes de Jesús Cisneros. Además, los cambios que realizó Pablo Bengoechea en el complemento, le dio resultado, pues los grones continuaron con la tendencia.
4. Kevin Quevedo: Con un poker, el volante íntimo se lució ante los chiclayanos. En su debut como titular en Alianza Lima, Kevin Quevedo no se conformó con solo un gol, sino que quiso y fue por más. El delantero se consagró como el jugador del partido,y quizás de la fecha, no solo por sus goles, también por su gran desempeño. El blanquiazul fue pieza clave para la goleada. Quevedo demostró que a pesar de sus cortos 20 años, la camiseta no le pesa y no se achica con nadie. Hizo y deshizo en el área deJuan Aurich y tuvo que ser frenado, en varias ocasiones, con pierna fuerte. Incluso cuando le entraron mal, no se ‘bajó’, al contrario, él respondió la falta con goles.
5. Cambio táctico: Pablo Bengoechea sorprendió con la formación que arrancó el partido ante Juan Aurich. Acostumbrado a jugar con 4-1-4-1, el técnico tomó una arriesgada, pero acertada, alineación para esta fecha. En busca del gol y de irse al receso con los 3 puntos, mandó al campo: 3 defensas, 4 volantes, 1 enganche y 2 delanteros. Esta alineación le permitió a Alianza Lima ser más afensivo, manejar el balón desde el medio de la cancha y ganó profundidad con la marca y toque de Aguiar, Vílchez, Cachito Ramírez y Pacheco. Además, los blanquiazules supieron cerrar bien sus zonas e impidieron que los chiclayanos lleguen a su área con peligro.
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— Diario El Bocón (@elbocononline) 13 de marzo de 2017