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Los números respaldan la continuidad de Gustavo Roverano al mando de Alianza Lima. El técnico interino le devolvió protagonismo e identidad a los íntimos; sin embargo, la última palabra la tendrá la Administración.
Escribe: Rafael Saaz
“Lo que más rescato del triunfo es el juego en equipo, fuimos muy ofensivos. No quiero faltarle el respeto al rival (Unión Comercio), pero los tres goles los hicimos por méritos propios”, expresó el uruguayo en conferencia de prensa.
Roverano es consciente que su puesto es alquilado. Trabaja en silencio, promete sacrificio y compromiso antes de pensar en los elogios personales.
“Yo vivo el día a día. Me aferro a la idea de juego, a lo que necesita el grupo”, indicó el charrúa, quien retomó el análisis de la goleada que le propinó a los 'comerciantes’.
“Hay que mantener la regularidad, es lo más difícil, pero si estamos todos juntos podemos llegar lejos”, fue la lectura del triunfo.
Se mide en sus declaraciones, profesa el trabajo, pero con el correr de los triunfos tiene los objetivos claros.
“La idea es mantener los momentos, tener calma, el grupo está comprometido. El grupo ansía cumplir el objetivo, que es el campeonato del Apertura”, aseguró.
Su trabajo es minucioso; el técnico no descuida nada y mira de reojo a sus rivales cercanos.
“Sabíamos que Real Garcilaso había perdido, pero ese tema no lo tocaron los jugadores. No hay que precipitarnos en nuestros deberes, ya pasó un tiempo prudente para tener claros los objetivos con este grupo”, finalizó.
El compromiso y la comunión que existe entre entrenador y plantel comienza a cosechar sus frutos.