El pueblo blanquiazul está de fiesta. Hoy , uno de los equipos con mayor tradición en nuestro país cumple 119 años. Sin lugar a dudas, uno de los activos más valiosos con los que cuenta esta institución son sus hinchas. Aquel fanático que vive eternamente enamorado de esos colores, de esa mística distinta que te la da el solo hecho de pisar cada tribuna del coloso victoriano y de esa emoción desbordante que solo entienden ellos, la de vivir día a día ese amor incondicional.

En esta fecha tan especial, El Bocón pudo conocer los testimonios de CINCO fanáticas del equipo íntimo, quienes confesaron como llegó Alianza Lima a sus vidas, todas con distintas historias pero con un mismo sentimiento en común.

“Nacida para ser blanquiazul” -Alexandra Narro ()

“Pensar en Alianza es pensar en mi familia, pero sobre todo es recordar a mi abuelo, al cual siempre lo veía con una radio en el oído. No importaban las circunstancias, así estuviésemos en la calle o en la casa, no se perdía ni un solo partido de Alianza Lima. Eso me emocionaba, me llamaba a escucharlo también, vibrar con cada gol y sentir la emoción al mismo tiempo, sus canciones e historias. Antes de nacer, mi papá pensaba que sería hombre y todos sabían que mi nombre sería Waldir (risas), tuve la suerte de conocerlo el día que cumplí 20 años, eramos Waldir y Waldira en una foto. En mi familia hay una “coincidencia” bonita, mis primos, mi hermano y yo tenemos el AL al inicio de nuestros nombres: ALexandra, ALdair, ALberto, ALonso, y ni que decir de las decoraciones en la casa que hacía mi mamá, cortina azul, cubrecama blanquiazul, es decir, DESDE SIEMPRE se ha respirado Alianza en mi hogar; y no por costumbre, porque vi a otros equipos pero no se compara con todo lo que es y te hace sentir nuestros colores"

“Un compromiso para siempre” -Antonella Sanguineti (

“Me hice hincha de Alianza Lima desde que tengo uso de razón, por mi padre al cual siempre lo veía alentar el equipo desde muy pequeña. Tengo el claro recuerdo que cuando tenía 4 años vi una foto de mi primer cumpleaños y vi que atrás de la decoración había una insignia de Alianza. Como toda niña curiosa le pregunté a mi padre que representaba dicha imagen y el solo atinó a decirme que era el mejor del Perú. Pasaron los años y el 2001 donde Alianza salió campeón venciendo a Cienciano, y creo que consolidó mi compromiso con el club. La felicidad que me transmitió ese partido, la de mi padre y mis familiares hicieron que desde ese día los aliente hasta que Dios me lo permita”

" Un amor marcado de nacimiento"- Grecia ()

“Me hice hincha, como si fuese algo marcado por el destino, desde el día que nací, porque también cumplo años el 15 de febrero. Después de eso mí papá me enseñó a hablar de Alianza Lima, contándome la historia del club. Mis padres me protegían mucho cuando era adolescente que no me dejaban ir al estadio, cuando cumplí 18 pude recién ir al estadio con un enamorado que era de la U, pisar por primera vez Matute fue la sensación más hermosa de la vida, fue para el día del hincha blanquiazul. Ir al estadio es un antidepresivo, es, como dice la frase, donde terminan mis penas y comienza mi vida, más allá del resultado, estar ahí y compartir con toda esa gente que ama lo mismo que tú es único, y aunque son desconocidos es como si estuvieras en casa”

“Más que un club, un estilo de vida”-Milagros Joya ()

“Ser de Alianza Lima es pertenecer al club, es vivir 24/7 velando por su bienestar, siempre orgullosa de lo que somos y defenderlo de los que pretendan hacerle daño; mi día a día depende mucho de cómo esté Alianza Lima. Matute es mi lugar en el mundo , es donde siempre quiero estar , en donde pasó los mejores y peores ratos ; en definitiva es mi casa. Yo no me hice hincha de alianza lima , yo nací aliancista”

“Locura sentimental”-Hillary Vilchez ()

“Mi primer recuerdo de Alianza Lima fue gracias a mi padre, quien me ha llevado siempre al estadio. Tengo un recuerdo en la final del 2004 (tenía 5 años), fui con él, un tío y mi primo un año menor que yo, fuimos a oriente del estadio Nacional y fue impresionante ver cómo la gente lloraba, gritaba, se abrazaba, la angustia contagiaba a todos y hasta yo, que con tan corta edad me ponía a pensar qué tan loco hay que estar para ponerse así por un equipo de fútbol. Luego de eso, lo entendí todo. Ser hincha de Alianza, es vivir 24/7 pensando en el club, si Alianza perdió el fin de semana, voy a estar ansiosa hasta la hora del próximo partido, esperando que gane.Yo espero que llegue el fin de semana para estar en la popular y cantar los 90 minutos. La pasión que una puede sentir por Alianza es una cosa de enfermos. Matute es nuestro templo y Alianza nuestra religión”