Corinthians sufre su peor temporada en dos años y medio, y parece no estar capacitado para resolver el asunto, ni siquiera su mayor estrella Paolo Guerrero puede hacer algo para remediarlo, porque él también está pasando por una sequía futbolística. Acostumbrado a ganar títulos al mando de Tite, el timao conquistó el Brasileirao en 2011, la Copa Libertadores y el Mundial de Clubes en 2012, el Paulistao y la Recopa Sudamericana en este año; sin embargo, el rendimiento de los jugadores en este segundo semestre no se alínea con el mensaje del entrenador, por lo que no van a conseguir el mismo suceso. Tienen grandes jugadores, un gran club, pero el éxito le es esquivo y hasta los torcedores (hinchas) hablan de una maldición.
Maldición de selección
"Paolo Guerrero no está jugando bien y su poder ofensivo ha declinado mucho, pero la verdad es que la pelota no quiere entrar. El ex Hamburgo y Bayern Munich crea jugadas, realiza acciones de juego con posesión del esférico, pero solo ha logrado convertir 4 goles en el Brasileirao", comenta el periodista de la Folha de Sao Paulo Fernando Iwata.
"El Depredador comenzó tras la victoria 4-0 sobre Flamengo en el Pacaembú, donde el artillero jugó bien, pero luego las sucesivas convocatorias a la selección peruana para la Eliminatoria decantaron en su bajo rendimiento, por lo que el torcedor y la prensa paulista atribuyen a la maldición de la selección peruana, el actual momento del timao", añade.
El 13 de julio de 2012, el delantero llegó por tres años a Corinthians para disputar el Brasileirao 2012 y la Copa Mundial de Clubes 2012 por 7,5 millones de dólares, sustituyendo al goleador Liedson. Ese año empezó su mayor esplendor, apareció en el Brasileirao y dio el gol del título al Corinthians sobre Chelsea en el Mundial de Clubes, motivo por el cual lo homenajearon pintándole un mural, el cual lo perennizó en las paredes del campo de entrenamiento del club Joaquim Grava.
Luego, de su mano condujo al timao a ser campeón del Paulistao 2013 con sus 8 anotaciones, siendo el goleador del equipo y rompiendo la racha del Santos FC, que buscaba consagrarse por cuarto año consecutivo. Además, fue elegido el mejor jugador del campeonato Paulista de esta temporada.
Su contrato es hasta el 2015; sin embargo, los torcedores y la dirigencia del club pretende que sea extendido mucho más. Valoran su potencial, pero no ven con buenos ojos que sea convocado a Perú porque lo perturba, de ahí que respiren tranquilos tras la eliminación de los incaicos para el Mundial Brasil 2014.
Empero, no todo es cargado a Guerrero, porque reconocen que la partida del mediapunta Paulinho al Tottenham de Inglaterra dejó sin el socio ideal al peruano, por lo que ahora a él le cuesta todo el doble y más para la consecución del gol.
Las recientes derrotas ante Inter, Botafogo, Ponte Preta, Goiás, el empate en casa frente a Náutico y la igualdad con Cruzeiro han hecho aparecer la palabra crisis en el timao, tras un largo período de gloria.
El factor Tite
Adenor Leonardo Bacchi, Tite, es un entrenador conocido por ser un gran motivador, pero a veces los discursos con el tiempo van desgastándose por un natural declive sicológico tras haber alcanzado la cúspide deportiva. Su planteamiento luchador exige un máximo rendimiento de todos sus jugadores, donde desde el arquero hasta el último atacante tienen la misión de defender y recuperar la pelota para, desde allí, generar sus propios ataques y si todos no están finos, el esquema comienza a sucumbir.
Él pidió expresamente a Paolo Guerrero, tras verlo actuar en la Copa América del 2011, y armó toda su estrategia en función del 9 para que él sea el encargado de culminar las acciones sobre la red.
Aunque su permanencia está asegurada hasta fin de año, los rumores hablan de que Tite sería sustituido la próxima temporada por el exseleccionador brasileño Mano Menezes.
Pensar en conseguir el tercer título para el Corinthians este año es imposible, el único objetivo es cambiar de actitud y clasificar a la Copa Libertadores que viene. En el camino, ganar la final de la Copa Brasil podría ser un buen estímulo; sin embargo, su ritmo en ese torneo tampoco parece acertado.