Los entrenamientos de Universitario se han convertido en una bomba de tiempo. Ayer hubo el peligro de que estallara cuando el presidente del club, Julio Pacheco, le dijo al plantel en el Esther Grande que no hay plata y no abonaría el sueldo de marzo, con lo que el cuadro crema se estaba poniendo al soga al cuello, ya que la ADFP, en ese caso, le hubiera prohibido jugar contra Cienciano y perder por W.O. por "cabeceador". Los jugadores, cansados de tanta mecida, se plantaron en sus trece y decidieron no dar su brazo a torcer, o les pagan el sueldo de marzo o no salían a la cancha del Miguel Grau esta noche. Es más, el defensa Galliquio no se quiso quedar en los vestuarios a escuchar a los dirigentes y se retiró del lugar. Pacheco se tuvo que ir peor de cuando llegó, junto al gerente Enrique Sánchez. Una vez más había perdido una batalla con los futbolistas de su equipo. Se le estaba viniendo la noche y cualquier cosa podía pasar con su cargo. El salvador Empero, alguien tenía que arreglar las cosas, al menos por el momento. Ese fue "Chemo" Del Solar, quien en los vestuarios convenció a sus pupilos a que firmen las planillas como si hubieran cobrado, para que la "U" las presente ante la ADFP y tengan luz verde para jugar hoy, de lo contrario, iban a quedar mal ante la hinchada y ahí sí podía arde Troya. Con el sí de sus pupilos, el DT telefoneó a Pacheco que ya se había retirado del Esther Grande y le sugirió regrese para hablar otra vez con el plantel crema. Pacheco y Sánchez se aparecieron casi de inmediato y solucionaron el conflicto, por ahora, claro, porque los cremas siguen molestos, pero van a jugar contra Cienciano.