
Su carisma junto a su destacada labor con la selección en la Copa América han elevado a William Chiroque a la categoría de ídolo, por ello, a su retorno a Chiclayo fue recibido con especial cariño. Sin embargo, el "Periquito" solo quería sentir el calor de su esposa Juvicsa y su pequeña Valery. "Ellas son por las que trabajo, son mi vida", exclamó a su llegada a la ciudad norteña. A propósito, Juvicsa, dio a conocer detalles de lo que vivió mientras su esposo disputaba el torneo continental. "Me daba cosa ver como lo patean, yo quería que suelte la bola de una vez para que no le peguen. Mi hija lloraba cuando lo veía a su papá en el suelo por las patadas que le daban, se metía a su cuarto para no ver el partido. Cuando metió el gol a Venezuela salió corriendo para celebrar, gritamos y saltamos de alegría. Todo lo que hace nos pone feliz, nos da mucha alegría, le agradezco a Dios por darme un esposo tan maravilloso", manifestó. Es un héroe Chiroque ya se sumó a las prácticas del Aurich y sus compañeros lo recibieron como héroe. "Ídolo, ídolo" corearon Jesús Álvarez y Pedro Ascoy, mientras que el "Cuto" Guadalupe le dijo que era "El rey de la humildad". "El recibimiento de la gente aquí en Chiclayo ha sido espectacular, jamás pensé tener una llegada tan cariñosa, eso me pone contento", señaló el atacante.