España, líder del Grupo I a falta de dos jornadas por disputarse, afronta las últimas jornadas huyendo de la euforia que Vicente del Bosque asegura que rodea a la Roja, recordando sus fallos de local ante Finlandia y Francia, para dar un paso más hacia el Mundial ante una Bielorrusia que llega sin Hleb.
El empate cedido ante Finlandia en El Molinón, en el último encuentro disputado por la selección en terreno español, es el ejemplo que no para de citar a sus jugadores Del Bosque. Frente a Bielorrusia espera un planteamiento similar. Un rival que saldrá a defenderse, encerrado en su terreno, con diez hombres por detrás del balón y el contragolpe como único arma.
A la segura
El seleccionador español medita apostar por la figura de falso nueve que tan buen resultado da con Cesc Fábregas. En los extremos David Silva y Pedro Rodríguez, el gran protagonista del único precedente de un España-Bielorrusia, cuando la Roja goleó en Minsk (0-4) con el primer hat-trick del futbolista isleño como internacional. Jugadores como Michu o Alberto Moreno, esperarán su momento de debutar en el banquillo.
Mientras, Bielorrusia afronta el partido sin ninguna presión, ya que es última del Grupo I, y con el único aliciente de enfrentarse a la todopoderosa campeona del mundo y de Europa.