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Nadie daba un peso por esta selección peruana, pero terminó tapando bocas. La ilusión volvió a los corazones, pero igual nos despedimos temprano de la Copa América Centenario.
Las conclusiones que se desprenden luego de esta última experiencia internacional son muchas. En este espacio las reducimos a cinco para dar una muestra clara de lo que la Copa América Centenario fue para nosotros y lo que puede representar para nuestros intereses en el futuro de la selección peruana.
Ricardo Gareca encontró una camada nueva de nombres con los cuales contar en lo que resta de las Eliminatorias rumbo a Rusia 2018.
1. Solvencia defensiva
A diferencia de anteriores ediciones, esta vez la defensa de la selección peruana estuvo impecable. Sobre todo la pareja de centrales conformada por Alberto Rodríguez y Christian Ramos. Por izquierda lo de Trauco fue mejor que lo de Corzo y Revoredo por derecha, pero en general la comprensión con Pedro Gallese fue óptima. Con alguna corrección en la banda derecha no habría motivos para mover a esa pareja de centrales. Asimismo, la participación de Trauco también merece ser permanente.
2. Contención de calidad
Sumado al buen trabajo defensivo está la labor de los hombres de contención. Tanto Óscar Vílchez como Renato Tapia han mostrado un nivel superlativo en el certamen y, salvo sorpresas, deberían mantenerse como los dos hombres de contención en la volante. Josepmir Ballón también es una opción, pero la corrección entre Vílchez y Tapia es óptima, no habría motivos para alterar ese punto en la selección peruana. Es posible que a ‘Neka’ le falte velocidad y, en ciertos partidos, podría manejarse alguna variable.
3. Velocidad por los lados
Lo de Edison Flores y Andy Polo no requiere mayor explicación, su desempeño fue sensacional, la velocidad que le imprimen a las bandas es tremenda y la capacidad que tienen de cara al gol es un complemento idóneo. Es cierto que se manejan otras alternativas, como las de André Carrillo y Jefferson Farfán, pero en este caso debería primar la continuidad de los primeros.
4. Cueva, el mejor
La Copa América Centenario nos mostró a un Christian Cueva maduro y repotenciado. Un fenómeno que se nos hace sumamente grato y conveniente.
Cueva es el jugador de Ricardo Gareca, fue el ‘Tigre’ quien desde siempre apostó por el menudo volante, lo hizo jugar de titular en partidos cruciales y en ciertas ocasiones pagó caro por eso. Sin embargo, en la Copa reciente vio el resultado de su constancia. Cueva destacó como el mejor jugador de la selección peruana en los cuatro partidos disputados en este certamen. Un jugador maduro, con demasiada técnica y velocidad. Además, y por encima de todo, con mucho por explotar aún. Debe haber sido la más grande satisfacción para Gareca.
5. Un solo atacante
Algo ha quedado claro en las últimas Copas y es que a Perú le va mejor cuando juega con Paolo Guerrero como único hombre en punta. Si ya no se cuenta con Claudio Pizarro, la coyuntura es ideal para que Guerrero mantenga ese papel en las Eliminatorias. Sin embargo, ante la eventual presencia de Andy Polo por derecha, Jefferson Farfán podría acompañar en ataque al ‘Depredador’. Aún así, el puntero solitario parece ser la mejor opción.
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