El entrenador del Arsenal, Arsene Wenger, vaticinó a inicios de esta semana que veía como claros favoritos para alzarse con la codiciada Champions League al Atlético de Madrid y al Real Madrid. De inmediato la declaración se convirtió en noticia; y es que hacía mucho que alguien con el prestigio del DT francés no incluía entre los naturales candidatos al otrora todopoderoso Barcelona de España. En palabras de Wenger: Si me preguntasen realmente si están dominando en Europa (el Barcelona) como hicieron años atrás, diría que no.
No pasaron muchos días para que Messi y cía refutaran lo expuesto por el técnico del Arsenal. Con un 2-0 categórico, Barcelona prácticamente cerró la eliminatoria ante un poderoso (al menos en el papel) Manchester City, y se volvió a meter entre los favoritos para hacerse con la orejona.
Pero no le falta razón a Wenger al elegir al Real Madrid como candidato: el pulso que ha impreso el italiano Ancelotti en el equipo galáctico lo hace un duro contendiente para cualquier equipo de Europa. Si bien en los últimos años la figura descollante de Cristiano Ronaldo no bastó para alzar la décima, hoy la historia parece ser distinta. Ya Barcelona no es el monstruo de siete cabezas que era hace algún tiempo -aunque continúa marcando cifras de infarto-, ni el Bayern Munich parece ser el mismo luego de la salida de Jupp Heynckes y posterior llegada de Guardiola, otrora rey de reyes de la Champions. A diferencia del Real, el Atlético pareciera no tener el temple para llegar a lo más alto. Y aunque la figura de Diego Costa es y será un peligro constante para cualquier defensa, los antecedentes inmediatos de la Copa del Rey (donde el Real los vapuleó con un abultado 5-0 en la serie) refieren que sería toda una sorpresa que los dirigidos por Simeone llegaran a instancias finales.
Pero Real Madrid no corre solo en esta lucha por ser el mejor de Europa. Tanto el PSG de Zlatan Ibrahimovich (que continúa imparable), como el Manchester United, se perfilan como favoritos para acceder a cuartos de final y formar parte del selecto grupo de ocho que pelearán por la gloria.
Así las cosas, nada pareciera estar dicho en el torneo más vibrante de clubes. Para nadie sería raro ver al Barza en la final otra vez, de la misma forma que no sería una sorpresa el ver por primera vez al PSG francés alzando la ansiada copa. En este contexto de constante incertidumbre, felizmente, el que gana es el hincha. Porque, muy aparte de victorias y derrotas, la Champions fue, es y será la excusa perfecta para ver el arte del fútbol en su máxima expresión.