Hace 32 años, México sufrió uno de los más devastadores terremotos que se haya visto en tiempos modernos. Casi 10 mil personas murieron, 250 mil quedaron sin hogar y las pérdidas materiales sobrepasaron los 8 mil millones de dólares. Estaban a puertas de organizar la Copa del Mundo de 1986 y todos creían que se iba a suspender. Sin embargo, con la ayuda de la misma población en conjunto con las fuerzas militares (Plan DN-III-E), pudieron levantarse para otorgarles al planeta uno de los Mundiales más hermosos que se ha podido vivir.
Hoy, nuestro país se encuentra en emergencia por todo lo acontecido en el norte, centro y sur. Intensas lluvias y huaicos han azotado a las diferentes ciudades y la gente clama por ayuda inmediata. El fútbol, como deporte de masas, no está ajeno a esto. Las instituciones como Alianza Lima, Universitario, Cristal y demás clubes se vienen organizando para dar la mano a los más necesitados. Una buena acción que es imitada por los mismos deportistas, que en sus redes sociales se muestran abiertos en ayudar, en organizar partidos para juntar el dinero que se necesita en adquirir alimentos, medicamentos y otros.
Diversos personajes de nuestro deporte han manifestado su pesar por lo que sucede en diferentes partes de nuestro país y ponen su grano de arena para ayudar a levantarnos de nuevo. Jerson Vásquez, lateral de Universitario y que vive en Chosica, fue víctima de los huaicos que azotan en dicha zona, pero no se cruzó de brazos y, con lampa en mano, salió a limpiar las zonas de salida junto a sus vecinos.
"La ayuda acá no es tan inmediata como uno espera, lo que más se necesita es agua y comida", declaró el jugador, exhortando a las autoridades a que actúen de manera inmediata. No se trata de politizar temas, como declarar que se cancelen los Panamericanos. Se trata de buscar soluciones inmediatas, de dar la mano al caído en desgracia y de hasta remangarse los pantalones, si es necesario, para sacar al país que se hunde en el lodo de la indiferencia. Copiemos el ejemplo de los mexicanos. Todos somos uno, un solo equipo. Este partido lo ganamos sí o sí.