Galán Chino

En febrero de este año, Carlos Tevez se mandó hacer un fulbito de mano con la forma de la 'Bombonera', el mítico estadio de Boca Juniors, club del cual se formó y que es un hincha confeso. Los fanáticos xeneizes hinchaban el pecho con esta acción y recalcaban que así demostraba su cariño por la azul y oro. Ellos juraban que había retornado a casa por amor luego de renunciar a la gloria con la Juventus en Italia. Craso error. Sus corazones quedaron quebrados luego de que el delantero dejaba de lado ese sentimiento a la institución que lo vió nacer para fichar por un club de la incipiente liga china, nueva mecenas del fútbol mundial, por un puñado de dólares. El dinero pudo más que el amor.

El diario 'Olé', uno de los matutinos deportivos con más prestigio en Sudamérica, graficaba con su titular lo que significó el pase de Tevez al Shanghai Shenhua: "Billetera mata galán". El amor eterno que se juraban Tevez y Boca, como el amor de dos juveniles, murió en el instante que el atacante observó la chequera del club chino y cayó en la tentación del verde billete: ganará 110 mil dólares por día. Es como en esa escena de la notable película 'Nueve Reinas', donde Marcos (interpretado por Ricardo Darín) le explica a Juan (Gastón Pauls) que toda persona tiene un precio y que lo podía convencer de hasta acostarse con un hombre por una fuerte cantidad de dinero. "¿Ves? P...os no faltan, lo que faltan son financistas".

Nadie discute del profesionalismo de un jugador cuando pasa por esta clase de situaciones. Uno está en su derecho de elegir un futuro mejor si es que les ofrecen una mejor cantidad de dinero en otra institución. Pero no pueden jugar con el sentimiento del hincha, haciendo promesas que no cumplirán, o jurando un amor que no es correspondido. Carlos Tevez ha roto muchos corazones en Argentina, firmó su divorcio total con Boca, pero sobre todo con sus fanáticos quienes se sienten como el joven porteño que ve cómo su chica sale del brazo junto a su nuevo adinerado galán.