La historia dice que las selecciones sudamericanas que llegan al Mundial lo hacer luego de desplegar, durante las eliminatorias, una importante regularidad durante el largo proceso clasificatorio. El largo lapso de tiempo entre partido y partido y el sistema de todos contra todos termina perjudicando, por lo general, a aquellas selecciones que, por más que consigan un correcto funcionamiento y cuenten con figuras destacadas, carecen de un universo de jugadores de nivel suficientemente amplio como para cubrir las ausencias por lesiones, suspensiones y diversas coyunturas técnicas, tácticas y futbolísticas.
Seguramente por ello cada vez se ven menos sorpresas en nuestra tan competitiva Eliminatoria. Países como Argentina, Brasil y Uruguay, que producen decenas de jugadores exportables cada temporada, tienen las de ganar en este proceso. Por ello, si Ricardo Gareca quiere y cree que Perú tiene posibilidades de quedarse con un boleto a Rusia, deberá empezar a ver más allá del plantel de 23 jugadores que llevó a Chile. En principio, el ‘Tigre’ deberá suplir algunas plazas que, más temprano que tarde, dejarán los veteranos Carlos Lobatón y Claudio Pizarro, y encontrar el plan ‘B’ para cuando una tarjeta roja o alguna maldita lesión (hay que contarle al argentino que nos persiguen) deje afuera a Guerrero, Ballón o alguno de los centrales.
Se dijo mil veces que a Perú no le sobra nada y es cierto. Sin embargo, hay ciertos talentos de los que todavía Gareca no ha echado mano y que de seguro entiende que más adelante le servirán, como Callens, Benavente y Tapia por la legión extranjera. En el medio local habrá que evaluar qué tan valiosos pueden ser jóvenes como Miguel Trauco, Miguel Araujo, Jean Deza, ‘Canchita’ Gonzales y Edison Flores, por citar algunos. Será el trabajo de Gareca sacar lo mejor de cada uno y elegir las piezas de recambio de un equipo que, luego de cinco partidos en la Copa América, parece comenzar a definir un equipo titular.
Será fundamental también el consolidar a algunas figuras destacadas del grupo de esta Copa. Sería importante que Advíncula, Cueva, Ascues y Gallese emigren a ligas más competitivas que la peruana, para que así su aporte con la selección sea mayor.