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Desde el domingo pasado hasta hoy, todos hablan de la final de la Eurocopa entre Francia y Portugal. De la proeza de los lusos. Muy pocos estaban enterados que jugaba la ‘U’ con Real Garcilaso para retomar la punta, o que Alianza Lima enfrentaba a Ayacucho en Cumaná. Los ojos del mundo estaban puestos en la épica de Cristiano Ronaldo y sus guerreros que pasaron a la historia. Entre el fútbol real y el fútbol local, la gente se decantó por la elite para encender la polémica. La casa puede esperar.

Portugal ganó porque Francia -Antoine Griezmann- perdió goles cantados frente a la red, porque los palos salvaron a los lusos,porque el arquero Rui Patricio fue formidable y tapó todo, porque se defendieron con uñas y dientes, y aunque no lo merecían por no ser el mejor, hicieron los méritos suficientes para lograrlo.

Portugal ganó por el gol de Eder, por una fortuna del destino, por aprovechar allí, la veintiúnica situación que tenía y la chuntó. Sin embargo, eso no quita, más allá de esos factores -incluída la brutal y no casual agresión a Cristiano Ronaldo-, que CR7 se haya erijido como un verdadero líder, inoculando rebeldía a sus compañeros. Que estando visiblemente lesionado intentó jugar, que llorando de impotencia y cuando se acercó Pepe a consolarlo, lo arengó para que no se derrumben, para que el equipo supere la imagen de Cristiano Ronaldo, y si eso no era suficiente, a todos les hizo un pedido: "Ganen por mí". Por eso es que los jugadores reaccionaron con hambre de revancha, al ver a su líder caído. Si tenían motivos para luchar, sabiéndose menos que Francia, ahora sin CR7, fue ese envión anímico el que los llevó a la gloria.

Es más, el propio Eder que marcó el tanto de Portugal confesó: "Cuando entré, Cristiano me dijo: ‘Tú eres el que harás el gol de la victoria’. Me pasó esa fuerza, esa energía que tienee él".

El fútbol no es matemática, no tiene la lógica de lo real y metodológico, influyen y mucho, los valores, el liderazgo y en ese sentido Cristiano, lo es: un verdadero líder. No jugó muchos minutos en el campo de juego, pero fuera de la cancha, el partido también lo ayudó a ganar él.